El proyecto de remodelación del Parque Infantil de la Plaza de Abastos, el más importante de la localidad por encontrarse en el casco antiguo, fue redactado por los servicios técnicos del Ayuntamiento y se llevó a cabo debido al mal estado en que se encontraba el anterior. Existían dos condicionantes a la hora de llevar a cabo la obra: no se podían dañar los árboles y la existencia de un aparcamiento subterráneo debajo del parque.

Debido a la gran afluencia de niños al parque se buscó la instalación de juegos en los que pudieran divertirse el mayor número de niños posible. Con el diseño del nuevo parque se dividió el espacio en tres áreas de juego diferenciadas destinadas a niños de distintas edades y capacidades: una de ellas para bebés y niños de hasta 4 años; la segunda para fomentar la integración de niños con discapacidad física; y la última para niños a partir de 8 años.

Se instaló un pentacolumpio adaptado y un juego dirigido a niños con severa discapacidad física, nuevos toboganes, una pirámide para trepar, un multijuego con forma de barco y un tobogán con forma de delfín. Además se procedió a la demolición del suelo de hormigón y caucho y se volvió a instalar el suelo de caucho para garantizar la seguridad de los pequeños.